No entiendo mucho a la gente a veces... hace unos mese conocí a una persona que se vino a vivir a esta ciudad porque no encontraba trabajo donde radicaba. Allá le ofrecían $6mil pesos por trabajar 4 horas... pobre ilusa, se vino acá creyendo que por estar Puebla cerca del DF estaría mejor instalada para progresar.. pobre mujer, no tuvo ni idea.. JA! aquí le ofrecen solo $1200 por hacer lo mismo que antes hacía.

El caso es que tiene una niña pequeña y en su frustración se dedica solamente a seguir a su pobre niña en cada respiro.

"Tápate, no te estires, no te agaches, no agarres eso, no hables, no veas, no respires..." pobre niña.

Hace unos días me comentó lo deprimida que estaba por haber dejado su bella ciudad y venirse a Puebla, que le parecía un verdadero infierno la gente, que la ceniza del volcán ya le ocasionó asma a los 4 en su casa, que el clima es espantoso, que los servicios públicos carísimos, tanto que se va de su casa en 1 semana. Entre las cosas que ofrecí hacer es ayudarla con su niña. Porque según ella la niña se le estaba enfermando de depresión profunda por el cambio, que no se siente bienvenida en la escuela y se siente hasta rechazada por sus demás compañeros.

Pues de eso ya van 2 veces que la invito a comer.. y la mamá no le da permiso, la han invitado a 4 fiestas y nunca ha ido, nosotros la hemos invitado a jugar y la primera vez la dejó venir solamente 1hr.. porque se iba a cansar... y la segunda vez ella quiso estar presente mientras me llevé a todas las niñas a jugar al parque. Desaprobaba cada cosa que la niña hacía:

- No te subas a la resbaladilla porque te vas a caer
- No corras porque vas a sudar
- No juegues con la pelota porque te van a pegar
- No agarres el columpio porque está sucio
- No te quites el sueter porque te enfermas ( a pleno sol)
- No grites porque te va a doler la garganta

Yo le decía:
- Déjala, es niña, ya tiene 11 años, déjala que juegue, que grite, que corra, que se ensucie!

Optó por decirle a su hija que ya era momento de irse porque ya había jugado mucho (15 minutos) La niña cada vez que me ve, me abraza y sus ojitos me miran como diciéndome: ayúdame!

Me da como cosita, pero pues uno siempre debe respetar costumbres e ideas de otras mamás, no sé hasta donde meterme, ya dí mi punto de vista y pues solamente me queda mirarla como la atan. Ojalá pronto su mamá pierda el miedo a avanzar y la deje a ella seguir su vida.