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Caperucita Roja


Alguna vez se han parado a pensar en el tipo de cuentos que les contamos a nuestros hijos? Lo más curioso es que se los contamos para que se duerman? Cómo se van a dormir con la cantidad de barbaridades que suceden en los cuentos? Espejos que hablan, asesinos en serie, ranas que se convierten en galanes ricos... Lo que me extraña es que los niños no se pasen toda la noche con los ojos como platos.

Analicemos un cuento cualquiera: Caperucita Roja.

El cuento empieza diciendo que a Caperucita la llamaban así porque siempre iba con la misma caperuza puesta? ?Que hay que ser cochina! Desde luego, hay que ver lo sucios que eran en los cuentos, no se cambiaban nunca, pero en ninguno! Ahí tienen a Heidi, cuatrocientos capítulos con el mismo vestidito? O a Pedro, que estaba todo el día con las cabras. Menos mal que los cuentos no huelen.

Pero sigamos, que se me va. La abuela de Caperucita estaba en medio del bosque, enferma y sola. ?Y qué piensa la madre de Caperucita? En vez de mandarle un médico, le manda un pastel? ?Quiere matarla! Con el colesterol y la diabetes que se tiene a esas edades?

La madre de Caperucita era una psicópata. Porque sabiendo que hay un lobo en el bosque, le dice a su hija:
- Caperucita, llévale tú el pastel a la abuelita (vieja conchuda)

Y manda a la criatura. Vestida de rojo! Para que se le vea bien de lejos? Eso sí, para disimular su ojetada, le dice que si se encuentra con el lobo, no le hable. Pues eso le falta al lobo, que encima le caiga antipática la niña por no dirigirle la palabra.

Se acuerdan de los papás de Pulgarcito, que abandonan a sus hijos en el bosque? Pobres criaturas! Menos mal que Pulgarcito fue dejando piedras y encontró el camino de vuelta. Claro, por eso los niños llevan siempre piedras en los bolsillos y no paran de coger cosas del suelo.
- Nene, quieres dejar de meterte porquerías en los bolsillos?
Y el niño pensará: si me abandonas, cómo crees que regreso a casa?

Pero sigamos con Caperucita, que por el bosque, se encuentra con el lobo y se queda tan tranquila? Y es que la gente en los cuentos no se inmutaba por nada. A Cenicienta se le aparece un hada con un cucurucho en la cabeza, le convierte la calabaza en carroza, los ratones en pajes y ella dice:
- Ah, pues vale!
Y luego, el hada la manda a la fiesta pero le suelta:
- A las doce en casa!
Pero, qué clase de encantamiento es éste? ?A las doce en casa? Parece un encantamiento de madre. Seguro que Cenicienta le dijo:
-Pues a mis amigas les dejan hasta la una!

Pero sigo con Caperucita. Habíamos dejado a Caperucita con el lobo? Que vaya numerito monta el lobo para comérsela, cuando se la pudo zampar en el bosque nada más verla; pues no: la manda por el camino más largo, se come a la abuela, se pone su ropa? Yo creo que lo que quería era vestirse de abuelita. Para mí que el lobo no era tan feroz como lo pintan, porque en el cuento de las siete cabritas también se maquilla las patas de blanco para parecer una cabra... loca! Pero, bueno, era el lobo o Francis?

El caso es que cuando Caperucita llega a la casa se encuentra al lobo en la cama. Cómo carambas pudo confundir al lobo con su abuelita? Tanto pelo tenía la abuela? El caso es que el lobo se come a Caperucita. Pero no pasa nada, porque llega un leñador, lo mata y le abre las tripas. Y allí salen las dos. Vamos a reflexionar un momento sobre esto, porque hay un detalle sobre el que siempre se ha pasado sutilmente: de la barriga salen las dos, la nieta con la caperuza, pero...la abuela está en pelotas! Claro, en pelotas, porque la ropa la llevaba el lobo? Y los niños ven esto. La escenita es fuerte, verdad?

Pues esto no es nada al lado del de La Ratita Presumida, que eso ya más que un cuento parece un artículo del Cosmopolitan. Resulta que la Ratita empieza a ligar como una desesperada en cuanto se compra un lazo y se lo pone en el rabo? Pero que liga con cualquiera? Pasa un burro y le dice:

- Ratita, Ratita, qué bonita estás. Te quieres casar conmigo?
Y ella le dice:
- Y por la noche qué harás?

Por la noche qué harás???!!! No me quiero imaginar lo que pueden hacer un burro y una rata en la cama. Que hará por las noches? Iaaaa, Iaaaaaa?..

En fin, amigos. Estos cuentos son la base de nuestra educación y todos nos hemos criado escuchándolos? No me extraña por eso nada que estemos como estamos.

4 comentarios:

Alejandrina Cara de Gallina dijo...

Si, tienes razon... de hecho el cuento de caperucita se podria ubicar en el genero de terror, pero lo suavizaron para que los niños no se asustaran, pero en esencia es la perversidad en todos sentidos.... un tio mio nos contaba la "verdadera historia" esta mucho mas divertida.... jajajaj

Kyra dijo...

buenisimo!!! jajajaja yo he hecho reflexiones similares pero con las caricaturas (las de antes, por que muchas de hoy no dejan nada a la reflexion)

Siempre me pregunte por que si Mazinger Z siempre derrotaba a sus enemigos con su rayo laser no lo usaba desde el principio. O por que si Pedro Picapiedra era un machista y egoista, Vilma nunca lo dejo...

caracol dijo...

y que tal los cuentos y las historias de las princesas?

ahora todas las niñas quieren ser princesas... qué tal las tuyas?
Mientras quieran vestirse pero no tengan idea de que son de verdad, imagino que está bien...

Anónimo dijo...

Me lo he pasado muy bien leyendo tu post, sinceramente. Todo lo que dices es tan real como que cuando llueve nos mojamos!

Tienes toda la razón, cómo nos podíamos dormir después de escuchar que un lobo se había zampado a alguien, en fin, los cuentos...

Besos tiernos y dulces.


** MARÍA **