Tengo un toro en mi cama, así como lo escuchan... hace ruidos extraños al dormir, brama y no me deja dormir. Suele dormir boca arriba y sus ronquidos me despiertan a media noche, lo intento despertar para pedirle que se dé una vueltita y a veces me responde entre quejidos y manotazos. Otras medio se voltea pero el peso lo hace regresar boca arriba en menos de un minuto.
Y así me la paso por las noches, esuchando rechinidos de sus dientes, ronquidos estruendosos que aunque me cambie de cuarto sigo oyéndolos, cuántos decibeles serán?
Después de 10 intentos para pedirle que se acueste boca abajo mi sueño se convierte en terror de ser golpeada. Y más marde el terror se vuelve odio profundo porque ya sonó el despertador.
Alguien conoce un secreto para evitar que ronque el marido? Me dijeron uno, pero que no me atrevo a seguir, aunque confieso algún día en mi desesperación lo haré, consiste en susurrarle al oido:
- Si vuelves a roncar, te juro que te mato.
Jajajaja.. no me atrevo! pobrecito mi viejito....mi semental.
17:14
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4 comentarios:
hay una operacion... ahorra vale la pena....
Besos!!!!!!
no creo que se deje operar, a él no le molesta en absoluto el escándalo que hace.. jajajaja
Hola lindaaaa!! volvíi!! Ahora estoy en el caos del regreso, mi casa es un desastreeeee!! pronto escribiré algo!
Me reí mucho con la publicidad de las galletitas! y me gustó mucho el aspecto nuevo de tu blog!
Bueno, te cuento que yo también tengo uno en mi cama y cuando lo toco despacito no responde y sigue, pero si le doy un sacundoncito enérgico (con cariño) se acomoda.. por lo menos hasta que me pueda dormir..
Besotesss!!
Que lindo volver a leerte!!
tapones para los oidos
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