Llegó Santa

Tengo una hermana menor víctima de la moda, la ropa y los zapatos son su vicio. Antes vivía en el DF, capital de las fábricas y distribuidora de marcas para el país. Eventualmente, como 3 veces al año se saturaba el closet y yo era la ganadora de su "ropa vieja". Cabe aclarar que creo hace ya más de 15 años que no me compro ropa, de vez en cuando alguna blusita o pantalón que necesito, pero son contados, igualmente con los zapatos. Todo lo heredo de mi hermana, antes ella estaba más robustiana, pero desde que vive sola como no le da tiempo ni ganas de guisar agarró cuerpo de flaca como yo.

Tiene buen gusto, aunque a veces si exagera con eso de el look "cholesco y hippie" pero weno, generalmente todo me gusta.

Ahora ya no vive en el DF, sino en NY y ya sabrán, puras cositas buenas, de marca y en perfecto estado. Me llenó el closet como de 20 nuevas blusas de todos colores, tipos y texturas, 2 pantalones, uno negro y otro blanco. 10 pares de zapatillas, unas botas para nieve (que obvio voy a vender) y unas botas para lluvia. 6 suéteres muy divis, aunque ya llenos de bolitas, pero me encantaron. Y maquillaje bien bonito, de ese cremosito y casi impreceptible, labiales indelebles, relojes, lentes, pasadores y joyitas.

Como ella trabajó en Bellas Artes en cada concierto le regalaban la ropa, el maquillaje, los zapatos y accesorios, entonces hay abundancia de eso en su cuarto. Y cuando se harta, me los da a mi.

Agradezco tanto a mi hermana, la tortilla dio la vuelta. Antes como yo era la mayor, mi mamá le pasaba mi ropa usada a ella cuando alcanzaba mi talla, y eso ella lo odiaba, yo creo de ahí su fijación por la ropa nueva y abundante. Ahora es hora de arreglar este closet, desechar lo viejo, lo despintado y pasado de moda, que la ropita nueva llegó!!! Yuppi!!