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Osos

Hay osos bonitos, peluditos, abrazables, pachoncitos... pero hay otros traumantes, horribles que nos dejan pesadillas de por vida.

Cuando más linda, sexy, adulta y cachonda quieres ser, cometes errores garrafales, como confundir en un restaurant el azúcar con la sal, estornudar y que se te salga un moco, vestirte de lo más sexy y hacer un bailecito y que al agacharte se te escape un tremendo y ruidoso gas.



Frente al jefe, frente a nuestros padres, frente al galán, frente a los suegros, mientras más perfectos queremos ser, más ocurren accidentes.

Mi oso (vergüenza) más grande sucedió cuando tenía 16 años, salí del baño, con la toalla enredada en mi cabello y completamente desnuda, entré a mi cuarto y puse música. Eso era normal en mí, siempre bailar desnuda un rato mientras seleccionaba mi ropa y hacía mis desfiguros. Ese día en especial lo hice con más ímpetu, hasta que por accidente volteé a ver hacia mi ventana y ahí estaba.. el señor del gas componiendo una vávula del tanque estacionario y mi cuarto, sin cortinas... mi madre las había tomado para lavarlas. Así que ahí estaba ese fulanito, recargado sonriendome con cara de lujuria y burla. Me petrifiqué y mi única reacción fue salir despavorida de mi cuarto gritando miles de ofensas a mi madre por no avisarme que ahí había un hombre afuera de mi ventana.



(esto debe haber dolido bastante...)

Ahora tú, cuéntame tu peor "oso".

1 comentarios:

caracol dijo...

pobre de ti!!!!

yo creo que los osos los bloqueo... pero hablaste de... flatulencias y me acuerdo de algo que me pasó...

Me fui con gente que poco conocía a la sierra. nos quedamos en una cabaña sin muebles, en sleepings en el suelo. en la mañana mientras nos quitabamos la modorra todavía dentro de los sleepings y platicabamos de cualquier cosa, me dieron ganas de estornudar y se me escapó uno chiquito pero sonoro...
lo único que se me ocurrió decir con cara de sorpresa y apuntando para arriba fue "oy', tronó el cielo"... todos se rieron y como que se les olvidó... menos a mi claro!