Filosofía de vida

Hace unos días vi al comediante Mauricio Herrera en el programa de René Franco. Es un señor que me recuerda mucho a mi abuelito, todo tranquilo, sonriente, buena persona, se ve que no lo hace enojar nada. René Franco le preguntó que cómo hacía para ser una persona tan calmada, feliz, relajada y optimista, que parecía que no tenía problemas en la vida. El contestó que su secreto era simplemente NO ENVIDIAR A NADIE, no comparar su vida con la de nadie, ni su manera de pensar, ni sus cosas, ni sus palabras, ni sus acciones con nada ni nadie.

En cierto modo creo que tiene razón en lo que dijo, uno se siente mal o triste o jodido por ver que otros están "mejor" que uno.

Suelo sentir mucha envidia por mis amigas que me cuentan lo lindo que se llevan con sus mamás, de lo padre que se la pasaron juntas en tal lugar de compras o simplemente platicando.

Me duele ver que gente que nunca estudió, que ni es inteligente tiene buenos puestos, mucho dinero y se puede dar lujos, consentir a su familia y viajar donde quiere con ellos.

Sí, lo acepto, me dan envidia, no de esa que me haga odiarlos, no, tampoco estoy loca, sólo que es un sentimiento de tristeza por no poder tener lo mismo a pesar de echarle muchas ganas y matarse todos los días durante 25 años (comencé a trabajar a los 8) pero bueno, como dicen.. ya llegará el momento de cosechar.

Mi abuelo tenía esta filosofía: deja de esperar lo que tanto quieres y cuando ya no lo desees te va a llegar. A él siempre le fue bien, hizo lo que quizo, tuvo una gran familia, hijos, esposa, amantes, otros hijos, dinero, propiedades, viajó por todo el mundo, y se fue feliz, en menos de 5 minutos, rodeado de su familia. Lo tuvo todo y lo único que hizo fue esperar a que todo le llegara. Obvio tenía problemas, como todos, pero ninguno grave.

En mi casa, mis papás me inculcaron esta idea: no importa lo que hagas o dejes de hacer, tu vida está destinada al fracaso o al éxito, nada de lo que hagas puede cambiarlo. Y por el modo en el que me ha ido creo soy una fracasada, pero me niego a pensar que ese es mi destino, yo quiero triunfar, quiero trascender.

Cuesta, cuesta trabajo no sentir o pensar cosas que me son ya normales, pensar siempre que algo va a salir mal es como automático para mí...como un hábito... trabajo en ello y quiero cambiar mi vida, lo acepto, quiero dinero, quiero paz, quiero alegría y quiero estabilidad, no solo para mí, sino para los 4 de esta casa.

Y los quiero YA!