Mis princesas

Hace unas semanas fui de compras a Chedraui y a la salida me encontré con una amiga de hace varios años, ella es de una familia "muy acomodada" es decir, de lana, se casó con un señor muchisimo más millonario que ella, tienen una alta posición social. No pudieron tener hijos, así que adoptaron a 3, dos niñas y un niño. Ella es una hermosa persona, super linda, amable, educada y cariñosa, su esposo es más serio pero igual es una persona muy buena. Las 2 niñas adoptadas son güeritas y de ojo claro, el niño es morenito de pelos parados con rasgos bastante toscos.

A lo que voy con todo esto es que mientras ella me saludaba y veía la ropa para niños sus hijos gritaban como histéricos, las 2 niñas se golpeaban y agredían, y el niño la pateaba a ella mientras le decía: tonta, hazme caso que te estoy hablando.

Ella algo apenada les dice: niños, saluden a mi amiga Dorn. Y los niños me vieron de arriba para abajo, y ninguno me dijo hola. Muy maleducados. Estaba buscando ella un short negro para su hija mayor que le pidieron en la escuela. Como no había de su talla, le sugerí ir al departamento de niños, total, nadie se daría cuenta de la diferencia de sexo en la ropa. Y la niña, como de 9 años me dice:

- Estas loca?! Ni crean que me voy a poner ropa chafa de esta tienda y mucho menos si es de niño. Llévame a Palacio por ropa decente mamá.

Me despedí dejándola con 1 niño llorando golpeándola con los puños en el pecho y el estómago con los pies, insultándola y haciéndo un drama horrible por querer bajarse del carrito, 1 niña peleando con su hermana a golpes y otra más con cara de histérica y fuchi queriendo irse de la tienda.

Estos niños no tienen idea de la suerte de tener una mamá y un padre como ellos, que les han dado todo lo que estaban destinados a no ver en su vida y así lo pagan? que triste.

Yo la verdad cada día que pasa estoy más agradecida con la vida por las 2 muñequitas que me mandó, son una belleza mis hijas, son tiernas, chistosas, cariñosas, regularmente bajo las escaleras y las encuentro abrazadas viendo la tele. Les encanta dormirse juntitas y se leen cuentos una a la otra, se cuentan sus secretos. Llegan de la nada, me abrazan con fuerza y me dicen: mami , te quiero.

Mi esposo y yo nos encontramos algunas noches bajo la almohada cartitas, dibujitos y recaditos que nos dejan como expresiones llenas de amor y dulzura. Tengo una suerte de tener hijas tan perfectas, tan maravillosas, inteligentes, estudiosas, adaptables y los primeros lugares de su escuela. Mis enanitas valoran cada zapato nuevo que llega a casa, la ropa la viven como si fueran viajes a disneylandia, se conforman con jugar en el pasto y un tupper lleno de agua, con salir de paseo al banco y secar los trastes. Tienden sus camas, se bañan, visten y peinan solas, levantan sus trastes de la mesa, me ayudan a lavar el coche, aman barrer la casa y atender a su gatita.

Son niñas buenas, hermosas, las mejores que puede tener una madre y eso me llena de orgullo, las amo, son mi vida y espero poder corresponderles en igual medida su amor durante toda la vida.