Vestido de Chinga Poblana

Nunca he sido una mujer "modosita" de esas que tienen su casita como princesa de cuento, cuando me casé no sabía guisar más que arroz, frijoles y bisteces empanizados. No sabía lavar, en mi vida había usado una lavadora, hasta la fecha no sé planchar, no solía coser ni un botón, no sé usar una máquina de coser por lo mismo. Eso sí, para la barrida, trapeada y lavada de coche le echo muchas ganas. Porque hasta eso, a los trastes les dejo comida pegada en lugares donde menos pienso se puede meter.

Ahora creo que mi fuerte es la cocina, aprendí a cocinar viendo a Mónica Patiño en el Canal Once y creo que me sale bastante bien. La cosida de botones es a fuerza por los uniformes de mis hijas, pero algo más avanzado como cambio de cierre, dobladillos, pinzas y resortes, nomás no. Para eso utilizo la engrapadora, la cinta canela y el resistol 5000.

Estaba planeado para este Viernes una tardeada mexicana en la escuela de mis hijas, nos pidieron a todas las madres elaborar un vestido de china poblana para nuestras enanas. Casi me voy de espaldas, la idea para no gastar era hacerlo con papel crepé, todas ilusionadas aplaudieron la idea, yo casi lloro.

Supliqué a la maestra al menos me asesorara cortanto los patrones y me indicara con rayitas donde debía coser y plizar y doblar, ayyyyyy!!!

Y bueno, el fin de semana pasado me la pasé mentando madres, chillando y sufriendo con el dichoso vestido, no sabía qué parte iba pegada a cual, mi pobre princesa subía y bajaba las escaleras para que se lo probara yo cada 2 centímentros de modificación. Total que lo armé, lo cosí y me sobraron 3 piezas :S ooopsss

En mi desesperación saqué el resistol blanco y pegué donde sobraba espacio el resto del papel. Hasta eso, me quedó bien el vestidito. Ya solo restaba comprar lentejuela y retacarlo de brillitos y listones. Me dolía la espalda, me piqué las yemas de todos los dedos, quedé 2 dioptrías más miope intentando ensartar el hilo en la aguja. Las cosas que uno hace por puritito amor...

La tardeada se suspendió, guardé el vestido en un rincón de este cuarto, y hoy con la humedad amaneció pegado, aplastado, el resistol traspasó las 3 capas de papel y se ve una especie de moco recorriendo el vestido de lado a lado y todo lo bien que había logrado que se viera, se fue al traste. Gajes de ser una madre inútil.