Se dice fácil, pero requiere de un gran esfuerzo...

Mi esposo quiere bajar de peso. No es que esté gordo, pero sí tiene un sobrepeso de 20 kilos de cuando lo conocí, no se le nota mucho, porque es muy alto. Cuando lo ví por primera vez en la universidad se me salían los ojitos al ver ese mega cuerpazo, hacía ejercicio y era de esos tipos delgados que marcan músculo.

Me encantaba su pecho, me imaginaba lo que sería sentir un abrazo entre esos bíceps y acurrucarme en sus pectorales. Mi oído llega justo a la altura para escuchar los latidos de su corazón. Sus piernas me encantan, odio esos muslos musculosos que parecen chamorros de cerdo en carnicería.

Pero para qué seguirlo presumiendo, el caso es que se me complica mucho pensar en qué guisar para esta familia tan diversa físicamente, él que quiere bajar y yo que necesito subir. Yo soy un palo, yo estoy 20 kilos abajo de mi peso, pero qué le voy a hacer , nací flaca y todo parece apuntar a que así moriré.

El asunto de la guisada es complejo, tengo que guisar algo sano, que sea "transportable" y se lo pueda llevar en un solo tupper al trabajo y no se eche a perder. Que no contenga demasiada grasa, ni calorías y que lo llene para que rinda todo el día. Tengo que guisar aparte algo para mí y no seguir adelgazando, algo que me guste y que disfrute comer, acepto ser demasiado melindrosa. Además si esto fuera poco, tengo que guisar algo que les guste a mis dos hijas pequeñas, que si ven algo verde dicen que quieren vomitar, y si ven algo rojo dicen que pica. Ellas necesitan calorías que desgastan diariamente, son niñas.

Así que en verdad no sé qué remedio poner. Guiso mucho, eso sí, suelo diariamente preparar sopa aguada (de pasta, cremas, de tortilla o caldillos), arroz (verde, rojo, café o blanco) un guisado que cada día de la semana varía (res, cerdo, pollo, carnero y pescado) guarnición (un día fritanga como papas, puré y otras ensaladas o pepinos, jícamas, jitomates, zanahoria rallada, etc.) suelo tener siempre frijoles, salsas, tortillas, pan blanco y gelatina. Además del agua de sabor, que generalmente es de limón, de jamaica o tamarindo, muy de repente, de naranja o toronja. Como en esta casa no les gusta la papaya, el melón, la sandía o la piña, me amuelo.

Esto parece restaurant la verdad, con guisados variaditos para que cada quien coma lo que se le antoje. Es complicado tener una dieta balanceada, a veces solo suelo seguir el consejo simple que me dio una amiga nutriologa:

- diario come 5 cosas de distinto color (naranja, rojo, amarillo, verde, morado) eso te mantendrá con las vitaminas necesarias
- come todas los tipos de carne para que tengas proteínas y complementos
- en cuanto a porciones, no comas más de lo que cabe en la palma de tu mano.

Así que frecuentemente amontonamos 14 taquitos árabes en torrecita sobre la palma de la mano, los adornamos con salsa roja, verde, crema, limón y nos tomamos una fanta de piña.