Cayendo en picada

Historias con aviones, tan espeluznantes que me han hecho no volverme a trepar a uno desde hace 18 años. El martes cayó un avión en plena Avenida Reforma en la Ciudad de México, más allá de la impresión de saber que Juan Camilo y los demás quedaron hechos chicharrón y la mala suerte de quienes estaban ahí justo debajo... me angustia la idea de lo que habrán pensado y sentido al desplomarse su avión. Casi llegando a casa y verte caer a toda velocidad en picada, escuchar ese ruido espantoso y saber que vas a caer y estrellarte, pocas posibilidades tendrás de salir vivo. Qué habrán hecho en ese momento? gritar? rezar? abrazarse? llorar? pensar en su familia? desmayarse? vomitar?

Recuerdo que la última vez que viajé en avión nos cayó un rayo en el ala izquierda, veníamos de Acapulco al DF, a las 3pm y se desató de la nada una tormenta espantosa, el avión perdió el ala y tuvimos que intentar aterrizar en círculos sobre la laguna de Chapala, así estuvimos durante hora y media, el piloto nos mantenía al tanto de lo que pasaba, niños atrás llorando, señoras con ataque de pánico dopadas por las aeromozas, ellas pálidas abrochadas hasta la parte de atrás del avión con cara de susto. Recuerdo perfecto que teníamos nuestras bandejitas para el lunch y al comenzar todo esto pasaron las amables señoritas a estamparnos el jugo aventándolo al piso y cerrando cada bandeja y verificando nuestros cinturones. No pudimos aterrizar ahí y el piloto decidió seguir así el viaje hasta llegar a México, todo a una altura menor y con mucho cuidadito. 3horas y media más tarde, besamos el suelo del aeropuerto, donde fuimos recibidos con aplausos y cambio de pañal. Fue horrible.

Pero hay otro tipo de caídas, más fuertes que las de un avión, qué cosas habrán dejado pendientes esas personas que murieron? al menos como dice Luisz, después del tronido pues ya ni te enteras y no sufres, penita por los huerfanitos y la viuda, eso que ni qué. Y a veces nuestro avión personal se cae, y nos da miedo, vemos como vamos en picada y sabemos que habrá pérdidas, sabemos que nos va a doler el trancazo, peor no hay más remedio. Y a veces morimos y tenemos que renacer, renovarnos, salir de los escombros y empezar una nueva vida. Una separación, un despido de la chamba, un divorcio, una pérdida material, un cambio de casa, el adiós de un buen amigo.

Sí a veces nuestro avión se nos cae y duele, a veces no nos abre el paracaidas en el que confiábamos y sabemos que las cosas no saldrán del todo bien...y morimos, pero la diferencia está en que a pesar de la caída tenemos otra oportunidad, un nuevo instante para ponernos de pie y empezar de cero. Toda mi buena vibra para las familias de la gente que murió tan espantoso, muchas ganas y llénense de nuestros abrazos. A renacer y mejor.

Aquí el video de la nota, para quienes no están en México y quieren enterarse del lo que ocurrió:


Parche: http://www.vanguardia.com.mx/diario/noticia/estados/nacional/mourino:_acaba_avionazo_con_historias_de_amor/252576

(no sé por que hoy blogger no me deja poner ligas desde la edición, cópienlo y lo pegan si les interesa leer sobre gente normal, no políticos)